La Plaza de Mayo es la más antigua de Buenos Aires y escenario de todos los acontecimientos políticos más importantes de la historia argentina, a excepción de la Declaración de la Independencia. Su nombre es en homenaje a la Revolución del 25 de Mayo de 1810, que ocurrió en esta misma plaza y que dio inicio a la gesta de la Independencia argentina, a partir de la cual se comenzó a elegir una forma de gobierno propia.
Es también el lugar donde fue fundada por segunda vez la Ciudad, el 11 de junio de 1580 por Juan de Garay, con el nombre de Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre. Alrededor de esta plaza fue creciendo la primitiva aldea, hasta que se convirtiera en el centro político del país.
Bordeando la Plaza de Mayo se ubican varios edificios históricos y gubernamentales: el Cabildo, la Catedral Metropolitana (donde ofició misa el Papa Francisco durante más de 20 años), la Casa de Gobierno (conocida también como Casa Rosada, sede del Gobierno Nacional y donde se encuentra el célebre balcón de Perón y Evita), el Palacio del Gobierno de la Ciudad, bancos y ministerios.
Desde 1890, en que se realizó el primer acto político de masas (cuando se fundó la Unión Cívica, partido político que luego dio origen a la actual Unión Cívica Radical), se ha convertido en escenario de grandes manifestaciones sociales y, a partir de 1977, el lugar de reunión de las Madres de Plaza de Mayo, que reclaman por sus hijos desaparecidos durante el último proceso militar.
En el centro de la plaza se encuentra la Pirámide de Mayo, monumento construido en 1811 para celebrar el centenario de la Revolución y que fuera reformado en 1856 por el artista y arquitecto Prilidiano Pueyrredón. Entre la Pirámide de Mayo y la Casa de Gobierno se ubica el monumento a Manuel Belgrano, creador de la bandera nacional.
Curiosidades
¿Sabías que en la Plaza de Mayo se hacían corridas de toros? Fue hasta poco después de la Revolución de Mayo.
¿Y que hasta mediados del siglo XIX, los habitantes de la Ciudad no se animaban a acercarse al baldío vecino a la Catedral, porque creían que por ahí vagaban los espíritus? Era lo que se conocía como el “Hueco de las Ánimas”, descampado que desapareció con la construcción del primer Teatro Colón, inaugurado en 1857.
Patricia Juhász
Maestra Bibliotecaria
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